Rendimiento de limpieza:
- Limpieza: Evalúe la capacidad de la máquina de lavado automático para limpiar distintas partes, como la parte delantera, la trasera, los laterales y las ruedas. Una buena máquina de lavado automático debe eliminar eficazmente el polvo, la suciedad y las manchas, dejando una superficie lisa y sin residuos.
- Uniformidad de limpieza: Garantice una limpieza uniforme en todas las piezas, evitando una limpieza excesiva o insuficiente en determinadas zonas.
Rendimiento del equipo:
- Estabilidad operativa: Compruebe que el funcionamiento sea suave, sin vibraciones anormales ni ruidos excesivos.
- Nivel de automatización: Evalúe la facilidad y precisión de funciones automatizadas como el reconocimiento de vehículos y el cambio de programas para aumentar la eficacia.
- Baja tasa de fallos: Revisar los comentarios o informes de los clientes para comprobar la fiabilidad y la baja incidencia de fallos.
Protección de seguridad:
- Protección del vehículo: Busque cepillos suaves o materiales que eviten arañazos y protejan las partes vulnerables, como espejos y antenas.
- Seguridad del usuario: Asegúrese de que el equipo de lavado de coches dispone de botones de parada de emergencia y protección contra sobrecargas para garantizar la seguridad de los operarios y los clientes.
Características adicionales:
- Función de secado: Pruebe la capacidad de secado para asegurarse de que elimina las manchas de agua con rapidez y eficacia.
- Múltiples modos de limpieza: Los equipos de lavado de automóviles con diversas opciones como lavado rápido, limpieza profunda y encerado añaden versatilidad para satisfacer las diferentes necesidades de los usuarios.